viernes, 18 de mayo de 2007

Reflexiones sobre las Vanguardias Literarias


Las vanguardias cimentan su fe en el presente, pero miran hacia el futuro. Reconocen la simultaneidad del movimiento, del tiempo que avanza como bólido, como auto de carreras, como tren hacia Siberia.

La revolución industrial y social del siglo 19 fue el abrevadero para los movimientos –también revolucionarios- artísticos que multiplicaron, fragmentaron, la realidad de Europa, en primer término, y después la de América Latina.

El cambio en la concepción y creación de la obra de arte, como respuesta a los cambios sociales y a los tiempos modernos, ya se intuía en la obra de Lautrémont, Mallarmé, Apollinaire –no en vano sus caligramas fueron el modelo a seguir para quienes pugnaban por una revolución semántica.

Y como toda revolución social se construye con discursos y teorías, las vanguardias siguieron estos pasos a través de manifiestos, revistas, propaganda, discursos de cafetín. Primero llegaron los futuristas con Marinetti a la cabeza, con una radicalización que pugnaba por destruir el pasado, quemar bibliotecas y proclamar la belleza superior de un auto de carreras sobre la Victoria de Samotracia.

La pintura también serviría de vaso comunicante para la vanguardia literaria. Estarían los pintores futuristas, pero serían los cubistas (Picasso, Braque) quienes darían paso al cubismo poético, que construye el poema a través de imágenes fragmentadas. Poema-conversación que atrapa las sensaciones, impresiones de quienes participan en él; tal es el caso de Cendrars y su vertiginoso poema “Prosa del Transiberiano y de la pequeña Juana de Francia".

En 1915 irrumpió en la escena literaria el dadaísmo con Hugo Ball a la cabeza. Movimiento que surge como una respuesta lúdica a la guerra. Tristan Tzara es quien se hace cargo del movimiento al emitir el manifiestos de los dadaístas –cuya influencia se extendió a Francia, Alemania y Nueva York- que propone fundir el arte y la vida, crear un arte vivencial que destruya el sentido lógico del discurso, que juegue con la semántica, con el lenguaje, con la vista y los sentidos.

Si el dadaísmo habla sobre la muerte del arte, el surrealismo pugna por su renacimiento. El primero en utilizar el testimonio surrealista es Apollinare en su drama surrealista "Las Tetas de Tiresia", pero será André Bretón quien a través de su “abrazo poético” intente “evitar toda caída en la miseria del mundo”.

Bretón se erige en el profeta de un movimiento que retorna a lo irracional, que nace con un pie en el romanticismo y que privilegia a los sueños, al hipnotismo, a las sesiones espiritistas, a la escritura automática, como fuentes fecundas para la creación artística no sólo la literaria, también pictórica y cinematográfica. Bretón intenta reunificar el espíritu del ser: conciencia e inconsciencia, política y poética. Crear pues una revolución integral, “cambiar la vida y transformar el mundo”. Mientras Dadá es un punto de partida, el surrealismo retorna a la historia, a sus “santos” particulares como el Bosco, Dante, Freud, Lautrémont, Jonathan Swift, Lewis Carroll y otros.
El uso de anáforas, la concatenación de imágenes insólitas, la metamorfosis constante, la capacidad de asombro, son algunas características de este aliento poético de largo alcance, que se erigió sobre la libertad y el amor.

Estos movimientos, junto con algunos autores emblemáticos como Maiakovsky, T. S. Elliot, Joyce, William Carlos Williams y el norteamericano Ezra Pound, dejaron sentir su influencia en los creadores latinoamericanos.

"La obligación del poeta es crear, crear y crear"
En Chile, Vicente Huidobro se une a la revolución poética que se propaga por Europa –y que intentó seguir un tibio modernismo latinoamericano- yuse convierte en el fundador (y único integrante) del Creacionismo. Huidobro retoma el discurso de Apollinaire, esa burla velada a las imágenes sagradas, para construir "Altazor". Poema basado en la conciencia de la muerte, en la finitud, pero que erige al poeta –al creador- en un dios lúdico que afronta a la desaparición inexorable del cuerpo por medio de un lenguaje nuevo, que nombra todo aquello que crea el poeta.
Altazor se convierte en el ejercicio extremo de la voluntad del poeta, de Huidobro, a través de la destrucción y reconstrucción de la lengua. El chileno se erige como figura máxima en su mundo particular, a pesar de su escepticismo filosófico, por medio del humor y la chanza, su vonluntad ante lo inexorable.
El antipoeta y mago hace una revolución En Altazor no sólo contra el destino, también contra la poesía misma.

"Viva el mole de Guajolote"
En México, la vanguardia encarna en el estridentimso. Xalapa es la capital de este movimiento encabezado por Manuel Maples Arce y que llama a la juventud mexicana a levantarse contra el estancamiento intelectual. Como el Futurismo, el estridentismo proclama su admiración por la tecnología y la máquina, por el bombillo eléctrico que deja de lado a la naturaleza y al costumbrismo.
Arquéles Vela, Germán Liszt Arzubide y Quintanilla son otros de los participantes, que toman influencias de Tablada y de Lòpez Velarde, y que se constituye en el intento –poco original en mi opinión- de introducir la modrnidad en México.

Del ultraísmo a los senderos que se bifurcan
De nueva cuenta en el sur latinoamericano, el utraísmo nace con un Borges Jove, que no tardará en aniquilar el movimiento. Pero el inspirador de esta breve revuelta literaria seguirá siempre en el imaginario del argentino: Macedonio Fernández.
La actitud escéptica, las digresiones literarias, la negación de los roles establecidos (autor-lector) de la obra de Fernández serán retomados por Borgess, quien cuestiona la importancia del autor y que afirma que el texto y la “charla” que los textos entablan etre sí es lo más importante. Borges “ficciona” las ideas filosóficas, crea mundos alternos en donde la literatura se vuelve un ente orgánico, biloógico.

La masmédula dulce
La revolución lingüística en América Latina reencarna en Oliverio Girondo, quien al igual que Huidobro, está consciente de la muerte, pero que ve el tránsito hacia ésta como un camino hacia el dolor.
Girando trata –sobre todo en la "Masmédula"- de aprehender un mundo que se desintegra ante sus ojos. Y el lenguaje no le es suficiente or lo que crea uno nuevo que le e la posibilidad de ser todos, de sentir todo.

"Ejecutoría del miasma"
César Vallejo será quien encarne al poeta trágico, oscuro, solidario. Si poética está impregnada de religiosidad, pero también de una sensación de oquedad que busca en el entorno algo, una pieda a la que asirse.
Su poesía es vivencial más que experimental, y por ello Vallejo busca en el lenguaje, en la reinterpretación y creación, los signos adecuados para expresar el sufrimiento humano. A diferencia de Girando, Vallejo no pasa por una etapa vital, esperanzadora, y de hecho no la busca. Ausme la miseria de todos como propia y es en Trilce donde su voz profunda, real, se deja escuchar.

La antropofagia como vocación
El modernismo brasileño tiene como propósito “hacer nacer un arte brasileño, hijo del cielo y de la tierra, del hombre y del misterio”.
Para lograrlo los poetas, encabezados por Oswald de Andrade, hablan de la antropofagia, de devorar a las influencias europeas para deglutirlas y convertirlas en algo netamente brasileño
De esta corriente de cambio nacerían mas tarde los poetas concretos –con los hermanos Campos y Pignatari a la cabeza- que buscaron revolucionar el lenguaje.
A través del signo, de la hoja en blanco, de la estructura de la palabra, los concretos crearon una poética nueva, que buscaba responder a su tiempo de palabras veloces y publicidad. En donde las palabras se volverán constelaciones que deberán ser interpretadas por quien las lee.

Y también en este vaivén de la poesía latinoamericana no pueden faltar Octavio Paz y "Piedra de sol", Nicanor Parra y los antipoemas, Cardenal y su visión del mundo. Raúl Zurita también habita esta revolución poética, pero a través del dolor, de los sentidos, de su mejilla estrellada y las letras que formó sobre la arena silenciosa de desierto de Atacama.