sábado, 14 de abril de 2007

Cuerpo que me temblás entrado al alma


Han pasado ya cuatro años. En aquel entonces la vida me soprendió a través del miedo, el dolor y la belleza.

Fue un lunes 14 de abril, a las seis de la tarde, cuando adquirí la certeza de que mi nave siempre llegaría a puerto, de que mi Ítaca particular se eregía en promontorios de amor inexpugnable.

Y el amor se reconstruye constante en "una palabra que está por decir, un arbolito sin hojas que da sombra".

Hace cuatro años obtuve un nombre que invocar: Allegra... y con cada letra vienen la sonrisa, la mirada húmeda, la melancolía, la felicidad sin mella.


Cuerpo que me temblás entrado al alma/
río que me enfriás/manita tuya
manando sombra/sombra/sombra/sombra/
¿para tu deshacerte en algún lado?/

¿te rejunto otra vez?/¿te apeno el habla?/
¿te duelo el nunca?/¿más?/¿o nunca más
me mirará hermoseando tu hermosura?/
¿descansás de tu piel?/¿desquerés mucho?/

me escuchás/deteniendo tu pasaje
fuera de vos?/¿carita que solés
iluminarme el animal?/¿o pena?/
recorrerme la cielo/como sol?/

Juan Gelman