lunes, 12 de agosto de 2013

Una rebanada de pastel de boda

¿Por qué tantas jóvenes bellas y talentosas
se casan con hombres imposibles?
Descartemos, nueve veces de diez, el simple autosacrificio
y los esfuerzos misioneros.

Repitamos "hombres imposibles": no tan sólo rústicos,
coléricos o depravados
(contrastes dramáticos elegidos para mostrar al mundo
qué bien se portan las mujeres, y siempre se han portado).

Hombres imposibles: perezosos, incultos,
autocompasivos, sucios, solapados,
por cuya apariencia aun en los parques de la ciudad
se ofrecen disculpas a transeúntes ocasionales.

¿Ha caído, de hecho, tan bajo la reserva que Dios tiene
de esposos tolerables?
¿O siempre exagero el valor de la mujer
a expensas del hombre?
¿Es así?
Podría ser.
Robert Graves (traducción Argentina Rodríguez)