lunes, 2 de enero de 2012

Para eso fuimos hechos...



Como cortina oscura, los días se abaten taciturnos... Tal vez no sean ellos sino yo, este espíritu que se pone melancólico en las postrimerías de cada año, en esta forzada renovación, pesada, pero impostergable. Sin embargo quedan las memorias, los recuerdos que revolotean claros para regalarnos sensaciones, deseos, sonrisas.


Poema de Navidad

Para eso fuimos hechos,

para recordar y ser recordados
para llorar y hacer llorar

para enterrar a nuestros muertos

por eso tenemos brazos largos para los adioses

manos para recoger lo que nos fue dado

Dedos para cavar la tierra.

Así será nuestra vida:
una tarde siempre para olvidar,
una estrella apagándose en las tinieblas

un camino entre dos tumbas

por eso necesitamos velar

hablar quedo, pisar leve, ver

dormir la noche en silencio.

No hay mucho que decir:
una canción sobre una cuna
un verso, quizás de amor

una oración para quien se va

pero que esa hora no olvide

y que por ella nuestros corazones

se entreguen, graves y simples.


Pues para eso fuimos hechos: para la esperanza en el milagro,

para la participación de la poesía,

para ver el rostro de la muerte

de pronto nunca más esperaremos...

Hoy la noche es joven, de la muerte, apenas

nacemos, intensamente.

Vinicius de Moraes


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