martes, 12 de junio de 2007

Como si algo estuviera por decirse


El tiempo transcurre gratuito. Se intenta una y otra vez que la vida resulte, sobrepasar el discurrir de las espigas, de la arena, de la certeza de la muerte.

No es sencillo, pero el camino debe ser andado con ojos atentos, prestos a la sorpresa. Nadie regresa al mismo sitio, Comala siempre muta en ciudades informes, que esperan ser descubiertas.

Los árboles

Los árboles se están cubriendo de hojas
como si algo estuviera por decirse.
Recientes brotes se distienden y abren;
una especie de pena es su verdor.

¿Acaso ellos renacen y nosotros
envejecemos? No, también se mueren.
El acto anual de su renovación
está escrito en anillos de madera.

Sin embargo, castillos incansables,
se trillan cada pleno y denso mayo.
Murió el año, parecen ya decir;
comienza nuevamente, nuevamente.

Philip Larkin