jueves, 6 de agosto de 2015

La vida me carga en el aire como un gigantesco buitre


La verdad de los dioses
carnales como nosotros y lánguidos
no proviene de la nada
sino del deseo estruendoso del corazón
      partido por el amor

en su estampida por el rostro de un
      adolescente
con su furia delicada
cruzo avenidas insomnes y corrídas
      por la lluvia
mi mano alcanza mi dolor
      presente
y me preparo para un día duro
      amargo y pegajoso
la tarde desploma su azul sobre
      los tejados del mundo
no viniste a nuestra cita y muero
      un poco y me encuentro solo
      en una ciudad de muros
tal vez no sepas del ritual
      del amor como una fuente
     el agua que corre no correrá
         jamás la misma hasta el poniente
mi dolor es un ángel herido
      de muerte
eres un pequeño dios verde
      y riguroso
horarios de muerte ciudades cementerios
      la muerte es la orden del día
la noche viene a raptar lo que
      sobra de un sollozo.

Roberto Piva 
(versión de Rodolfo Mata)