El 2012 fue un año que dejó varios libros en mi biblioteca. Desde nuevas colecciones hasta obras póstumas, además de
antologías, novelas, poemarios y catálogos; la oferta literaria de los últimos meses cuenta con ejemplares que vale la pena tener en casa.
Muchas fueron las publicaciones que llenaron mis noches de historias, de versos, de reflexiones. Aquí les comparto algunos de los títulos cuya lectura no los dejará impasibles:
Si en Otro Mundo Todavía. Antología Personal. Jorge Fernández Granados. Almadía.
Esta publicación muestra a una de las voces poéticas más destacadas de
los últimos años. Y aunque el trabajo de Jorge Fernández Granados no es
desconocido, esta antología permite rastrear algunos de los temas que
han marcado sus versos durante más de una década (y a lo largo de seis
libros).
En la obra del poeta defeño, el lector puede encontrar ese otro mundo que se
intuye, pero que sólo puede ser revelado a través de las palabras, de
las historias" que nacen "en la orilla de las cosas”.
En Si en Otro Mundo Todavía destacan dos poemas: Cenit (de La Música de
las Esferas, 1990), una pieza de largo aliento de ritmo contundente, y Nadir (de Los Hábitos de la Ceniza, 2000), su contraparte. Si en el
primero se acepta, y se abraza, una fuerza que está en todo, en el amor y
en el deseo, pero también en la furia y la nostalgia; en Nadir el
poeta toma conciencia de la pérdida, de que, como lo dice el término
astronómico, hay ocasiones en que la vida nos encuentra en el punto más
bajo.
Este es un libro que a lo largo de las páginas se transforma en una
promesa de encontrar, en el espejo poético, ese “algo inefable y
sudoroso” que nos pertenece, ese “algo que nos quema”.
Di su Nombre. Francisco Goldman. Sexto Piso.
Inscrita en ese ambiguo territorio que se forma entre la realidad y la
ficción, la reciente novela de Francisco Goldman es un ejercicio de
evocación, de amor; una batalla contra la falibilidad de la memoria.
“El amor dichoso no tiene historia”, sostiene Denis de Rougemont en su ensayo El
Amor y Occidente, y esa frase lapidaria apareció en mi mente cuando
comencé el relato que entreteje el norteamericano en torno a Aura
Estrada.
Promesa de las letras mexicanas, con apenas 30 años de edad, Aura muere en un
accidente en las playas de Oaxaca, frente a la mirada atónita de su
esposo, Francisco Goldman. Acusado por la familia de la joven de haber
provocado su muerte, y dolido por su temprana partida, el periodista
decide recuperar a su mujer a través de sus diarios y escritos.
Divertida a ratos, dolorosa con frecuencia (¿acaso hay otra forma de
sentir la ausencia forzosa?), Di su Nombre, elegida como uno de los
mejores libros del año de “The New York Times”, es una historia del amor
que, a través de la escritura, se convierte en bastión irreductible
frente al olvido.
El Lenguaje del Juego. Daniel Sada. Anagrama.
Hace más de un año murió Daniel Sada, pero dejó una novela que fue
publicada este 2012 por Anagrama (en convenio con la Universidad
Autónoma de Nuevo León). En El Lenguaje del Juego ,el escritor nacido en Baja California da forma
a una historia que se desarrolla en Mágico, nombre con el que denominó a
ese vasto territorio que siempre conquistó su imaginación y que se
puede rastrear a lo largo de su obra: el norte de México.
En la Mágico aparecen rumores sobre gente muerta, colgada cerca del
pueblo, mientras los vecinos ven cómo los militares desfilan por las
calles, portando sus armas. El lector se enfrenta con la visión de Sada
sobre la violencia que azota nuestro país, narada con un uso extraordinaria del
lenguaje, sello característico de la pluma del mexicano.
La Torre y el Jardín. Alberto Chimal. Océano.
La vena fantástica de Alberto Chimal adquiere nuevas dimensiones con su
reciente novela, La Torre y el Jardín, que forma parte de la
colección Hotel de las Letras, editada por Océano y coordinada por
Martín Solares.
La historia se desarrolla en Ciudad Morosa, en donde está enclavada una
torre fabulosa en la que personajes y hechos caben perfecto en el
significado de esta palabra: son extraordinarios, increíbles, excesivos.
En esl burdel fantástico descrito por Chimal, nadie se asombra con las voces que surgen de
los muros, con los secretos que guarda Isabel (uno de los personajes
centrales de la historia, con las “bestias amables” que pululan por los
rincones.
Considerada por su editor como una de las novelas más ambiciosas de la
literatura latinoamericana actual, La Torre y el Jardín es una obra
que muestra que la fantasía y la ciencia ficción no son ajenos a la literatura en castella; y que no podrán soltar los fanáticos del género.
Rubén Herrera, 1888-1933. Instituto Nacional de Bellas Artes, Gobierno del Estado de Coahuila
El pasado agosto se inauguró en el Museo Nacional de Arte (Munal) la
exposición retrospectiva “Ruben Herrera. Trazos y Volumen” sobre el
trabajo de uno de los pintores academicistas más notables de México. Dividida en tres apartados, “La Niñez y los Sueños, 1868-1908”;
“Descubriendo el Mundo, 1909-1920”; y “El Retorno a sus Raíces,
1921-1933”, la muestra es un auténtico viaje pictórico por el desarrollo
artístico de Herrera (quien vivió en Coahuila la mayor parte de su
vida).
A lo largo de la exposición, curada por Juan Manuel Corrales y Lucía Ruanova Abedrop, se pueden observar desde apuntes, bocetos y estudios,
hasta retratos y óleos de gran formato, en los que el genio del
dibujante se descubre al capturar múltiples fisonomías con
extraordinario detalle, no exento de sentimiento y emoción.
Las imágenes de las obras que integraron esta exposición se encuentran
en este bello volumen, que incluye además textos de los especialistas
Juan Manuel Corrales Calvo y Citlali Salazar Torres.
Maestro de la policromía, Rubén Herrera es recordado, a 124 años de su
nacimiento, como un referente indiscutible del arte nacional del siglo
20.