viernes, 19 de febrero de 2016

Cuando nos ronda la muerte


Un león llorando
tras las naves incendiadas. El fuego
del incendio.
¿Qué león?,
¿qué naves incendiadas? Toda


separación es muerte: la carne
que amamos, los ojos, los cabellos,
la deseada piel. El tiempo
 

nos expulsa de lo que alguna
vez fue nuestro. El tiempo
incendia, el tiempo desvanece.
Y el poema dice su verdad.


Aunque nunca lo escuchamos
el poema arranca nuestros ojos

y dice en voz baja su verdad.

Eduardo Chirinos