jueves, 17 de enero de 2013

Las tardes



Ya casi no recuerdo las mañanas,
su tiempo azul y claro,
lejos quedan, perdidas en colegios
o en piscinas extrañas e indolentes.

Porque sentimos duro el despertar
retrasamos ahora
la luz que nos fatiga los despegados ojos.
Y es un destino oscuro el de las tardes,
en ellas aprendí que llegará la noche,
y que es inútil
cualquier esfuerzo por burlar la historia
equivocada y triste de los años.
He vivido en la espera absurda de la vida,
cuando he gozado
ha sido con reservas; amé creyendo en el amor
que habría luego de venir, y que faltó a la cita,
y renuncié al placer por la promesa
de una dicha más alta en el futuro incierto.

Pero los días, al pasar, no son
el generoso rey que cumple su palabra,
sino el ladrón taimado que nos miente.
Con su certeza
nos convierte la edad en más mezquinos,
nos enseña a amar lo que nos duele,
las cosas más pequeñas, aquello que ahora somos
y tenemos: la música suave, nuestros cuerpos,
el calor de la estancia y el cansancio.
Buscamos la derrota de las tardes, su tregua
en la exigencia vana de una gloria
que ya no nos seduce. Nos convierte
la edad en más obscenos, y aceptamos
cualquier regalo aunque parezca pobre:
esa boca gastada por el uso, tan dulce aún,
el fuego antiguo y leve de la carne,
los viejos libros, los amigos justos,
un poema mediocre, pero nuestro,
y la costumbre extraña
de ser al fin felices en la sombra.

Es un destino oscuro el de las tardes,
pero también hermoso
y breve como el paso de los hombres.

Vicente Gallego

martes, 15 de enero de 2013

¿Ars poética?


En la esencia de la poesía hay algo indecente:
brotan de nosotros cosas que no intuíamos tener,
así que pestañeamos como si de nosotros saltara un tigre…

Ésta es la utilidad de la poesía, que nos recuerda
cuán difícil es seguir siendo la misma persona,
pues nuestra casa está abierta, sin llaves en la puerta,
e invisibles huéspedes entran y salen.



Czeslaw Milosz (Traducción X. Farré)

domingo, 6 de enero de 2013

Zambúllete en busca de sueños


Zambúllete en busca de sueños
pues de lo contrario una consigna puede derribarte
(los árboles son sus raíces
y el viento es viento)


Confía en tu corazón
si se incendian los mares
(y vive por amor
aunque las estrellas caminen de espaldas)


Honra el pasado
pero saluda al futuro
(y sacúdete la muerte
bailando en esta unión nupcial)


No te inquiete un mundo
con sus héroes y villanos
(pues a dios le gustan las chicas
el mañana y la tierra)

e.e. cummings (Traducción José Casas)
Fotografía de Paola Bernal